jueves, 29 de noviembre de 2012

Intelectual, amigo mío.

Alberto San Juan se ha despachado hoy a gusto en una entrevista concedida a El Mundo, desde donde el filósofo y filántropo madrileño ha afirmado que no hay intelectuales de derecha porque, claro está, o son intelectuales o son de derechas. Alberto, hijo mío, no habrá mucha gente metida en el lobby cultural español que sea de derechas porque la mafia imperante los expulsa sistemáticamente, no porque no existan o por falta de talento porque, desde luego, a gente más agraciada que tú para el espectáculo podemos encontrar hasta en un talkshow o en los anuncios de la teletienda. Y eso es lo que pasa cuando para llegar a ser artista, en este país en vez de mirarse el talento de una persona, se mira su ficha de afiliación política y, acto seguido, sus contactos en la industria.

Porque aquí el ritual a seguir para dedicarte al mundo del espectáculo es parecido al que se exige para iniciarse el mundo de la mafia. Necesitas un padrino que te introduzca en el mundillo y después ir presentando una hoja de servicios que no van a incluir ni críticas positivas a tus trabajos ni un examen riguroso de tus aptitudes. No, para nada. Aquí la hoja de servicios más bien tira por los servicios hechos en nombre de la revolusión, megáfono en mano y, preferiblemente, frente a la sede del pepé. Libertad de pensamiento y tal. Porque no toda la derecha es mala, que uno puede ser del peneuve o de ciú y no pasa nada. Aquí es malo ser de derechas y español, que es una enfermedad contagiosa y de la que hay que mantenerse lo más alejado posible menos a la hora de pasar el cazo para sacar la subvención de turno. Ahí todo Dios, en cuanto le sacas cuatro perras, corre a mostrar la nacionalidad del deneí.

No obstante a mi querido Albertito hay que corregirle el fondo de su afirmación porque, para él, el término intelectual se limita a Bardem soltando consignas revolucionarias mientras mira al cuadro del Ché Guevara que tiene colgado en su mansión de Beverly Hills. Y no, hijo mío, no. Intelectual es alguien que le dé al coco, pero bien dado. No un actorcillo mediocre soltando soflamas obsoletas y adorando regímenes dictatoriales como el cubano. Porque el figura luego tiene el valor de seguir con su disertación sobre la intelectualidad diciendo que  "otra cosa es que haya gente con habilidad mental, capacidad intelectual y estudios que defienda el poder, que sea reaccionario, que esté en contra de la emancipación del género humano, es decir, que sea de derechas." En contra de la emancipación. Eso lo dice un señor que, profesionalmente, vive de la paga que le da el Estado porque si se tuviera que financiar sus trabajos con las recaudaciones millonarias de sus películas, probablemente le encontraríamos interpretando a un pobre mendigo limpiando parabrisas y vendiendo pañuelos en los semáforos de la capital.

Así que, querido Alberto, tú dedícate a hacer tu trabajo, que gracias a Dios no tiene que ver con darle a la cabeza. Que yo entiendo que de vez en cuando tienes que salir en los medios con meadas fuera de tiesto como ésta para tener algo que llevarte a la boca, pero te voy a dar un consejo: tú aprende a actuar, que no me dé vergüenza ver cualquier serie estadounidense al azar y comprobar cómo hasta los actores de cinco años, comparados contigo, merecen un óscar por su trayectoria profesional. Pero vamos, como no me cuesta nada hacerte feliz, aunque sea un segundito, y soy una persona magnánima, voy a concederte beneficio de la duda. Supongamos que sí, que es cierto que sólo hay intelectuales de izquierdas. Entonces no queda más remedio que poner en el radio casete a los Petersellers a todo volumen y cantar bien alto esa bonita tonadilla que decía "Intelectual... intelectual... ¡cabrón!, ¡cabrón!".

3 comentarios:

  1. Es curioso. Antes, intelectual era una persona de esas que tenían tres carreras y dos doctorados. Ahora, puedes no tener estudios, dedicarte a la danza y serás intelectual siempre que comulgues con el pensamiento único.

    Gran artículo.

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  2. No os metáis con Albertito, sólo está confundiendo intelectual con titiritero o payaso. Es que la coca que consume le ha atrofiado un poco su intelectual cerebro.

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  3. Magistral. Es hora ya de desenmascarar a toda esa cuadrilla de paniaguados.

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