lunes, 31 de diciembre de 2012

¡Feliz Año Nuevo!

Os deseo a todos: amigos, enemigos, mauriñistas, madridistas, socialistas, culés, liberales, gentes de orden y de mal vivir... en fin, a los humanos en general que el 2013 os traiga todo lo bueno que sea posible. Que esté tan lleno de buenas noticias y de acontecimientos de esos que, de llenar de tanto gozo el corazón, quedan grabados a fuego en la retina. Que todos esos momentos consigan ocultar y minimizar los malos, que seguro que los habrá. Pero que la balanza de todo aquello que nos depare el año entrante caiga rota en el lado de lo positivo y, a la hora de mirar atrás, nos importe un carajo la prima de riesgo, la niña de Rajoy, los hijos de Pujol y las madres de tantos aquellos que recordamos día a día.

Y esta noche a disfrutar con la familia, amigos y gente cercana. Que todos aquellos que no están a nuestro lado sepan que, aunque no podamos brindar físicamente con ellos, en nuestros corazones alzamos la copa, llena no sólo de buenas intenciones, sino de la firme convicción de que el 13 no es un número de mala suerte, sino que va a ser un año de referencia. Que todos vamos a poner nuestro granito de arena para hacerlo imborrable, pero para bien, claro. Que ya hay suficientes políticos trabajando duramente para que nos olvidemos de que, en el fondo y por mucho que nos zancadilléen, siempre vamos a encontrar una mano amiga que nos ayude a seguir con nuestro camino. 

Por todo ello, os deseo de todo corazón un feliz año 2013. Y, recordad, sed buenos que aún queda una semanita para que vengan sus Majestades de Oriente. Ésas que no tienen yernos robándonos hasta las costuras de los calzoncillos y que nos recuerdan, aunque sólo sea durante unas horas, al niño inocente e ilusionado ante la magia de los regalos que algún día fuimos.  

¡Feliz año nuevo!

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