domingo, 29 de enero de 2012

La Botella

- Chema, cari, estoy desvelada. Alberto, con tanta olimpiada, nos ha dejado la caja más vacía que el alma de un rojo. ¡Vamos a tener que cambiar los Audis oficiales por Dacias! ¿Qué hago?

- Yo qué sé -replica el marido-, lo que quieras, ¡pero déjame dormir! 

- Pichurri, dijiste que me ayudarías... -replica la Botella, con tono insistente-

- Pues que la gente trabaje gratis, pero apaga la puta luz de una vez.

Y así, en una conversación de alcoba y mientras apagaba la luz de la mesita de noche, a la Botella se le encendió otra luz, la bombillita en la cabeza, y encontró el método infalible para sacar a España de la crisis: que los trabajadores sean voluntarios. Total, el dinero está sobrevalorado y ¿no dicen los rojos estos que el capitalismo es el mal? pues no pondrán trabas a enterrar a su Dios, el Dinero.

Nuestra protagonista de hoy, la Alcaldesa no electa de Madrid, de primeras pretende cubrir puestos en bibliotecas con gente trabajando a sueldo cero. Ahí la doy la razón. Teniendo en cuenta que el español medio lo máximo que lee a lo largo del año es el Marca y algún que otro interviú -salvo que nos joda la portada la Terelu de turno-, tener a tíos en nómina por estar sentados tras el mostrador de una biblioteca, husmeando a golpe de click en el ordenador vete tú a saber qué en horario de oficina, es tirar el dinero. Y estamos en crisis. El problema surgirá cuando, en el enésimo aquelarre organizado contra los funcionarios, obligarán hasta al cirujano más reputado a ejercer por amor al arte. Al pobre le cazarán en la cuenta un recibo de Médicos Sin Fronteras y le soltarán que si tan altruista es, que a partir de ahora de voluntario al hospital. Y no le pondrán a operar a la luz de unas velas por el qué dirán. Que tenemos que fardar de las últimas tecnologías médicas.

Y luego dirán que la imagen pública de los políticos cae en picado. Lo que a mí me extraña es que todavía no haya irrumpido nadie en el Congreso, Senado o reunión de su comunidad de vecinos, para comprobar si realmente están ahí todos sentados poniéndose a parir -como nos muestra la televisión- o, tras grabar los cuatro o cinco spots que pondrán en el nodo, sacan la baraja, el puro y el pacharán y se echan unas manos al póker, a cuenta de nuestros -pocos ya- dineros.

Ana, hija mía. Antes de proponer a la gente que trabaje gratis, prueba a convencer a tu marido que renuncie a su pensión vitalicia como ex Presidente del Gobierno. Que, en su primera legislatura, nos haya dado los mejores años de Gobierno que hemos vivido en nuestra corta democracia no es óbice para que, solidariamente, renuncie a dicha pensión. Que seguro que podréis seguir pagando las facturas de vuestro chalé en Montealina. Se lo diría a Zetapé o a González, pero si esos se llevaron hasta el papel higiénico cuando les largaron de Moncloa, ¿a qué van a renunciar ahora?.

1 comentario:

  1. Yo ya lo dije... ZP era un inútil, pero lo vamos acabar añorando con esta gente.

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