miércoles, 28 de noviembre de 2012

Juancarling contra el Alcoyano


Anoche el Madrí se enfrentó contra el Alcoyano, único equipo con más moral que Mauriño que, tres años después, sigue pensando que en el Bernabéu la gente dejará de ingerir pipas cual hamsters hambrientos para dedicarse a animar, esa actividad tan poco digna de la alta alcurnia que puebla las gradas de Chamartín. El once del Madrí suponía un guiño para los piperos, con cuatro chavales de la cantera en el once inicial. Y por cantera quicir gente formada aquí, en el Madrí, no por Manchester Uniteds o Valencias y repescados a golpe de talonario como si nunca se hubieran marchado.

Esta vez los castigados por el dictador fascita portugués fueron Casillas, Ramos, Arbeloa y Alonso, víctimas de su nacionalidad, a los que se les unió Pepe, que renunció voluntariamente a la convocatoria para que no fuera tan obvia la xenofobia del sátrapa de Setúbal para con los jugadores patrios. ¿Queréis cantera? pues me cargo a los de la Roja, parece que pensaba el doctor Maligno a la hora de confeccionar la convocatoria.

El Madrí formó con Adán bajo palos, Albiol y Nacho en los laterales, Varane y Carvalho en defensa. El centro del campo con Cherichef, Gitanito Rodríguez, Callejón y Lukita y arriba Morata. Ah, y Ozil, pero el alemán ya está para que pongan una foto suya en los briks de leche, a ver si alguien lo ha visto. Albiol rápidamente fue sustituido por otro puto portugués más ya que el Alcoyano, haciendo honor a su nombre, empezó con mucha moral y ganas, las ganas típicas de los equipos cuando se enfrentan al Imperio del Mal: entrar a matar, que sale gratis. Si la entrada que le hicieron al valenciano en el primer minuto de juego se la hacen al niño de la hormona, ahora mismo el atacante estaría apurando las caladas de su última voluntad mientras la prensa le venda los ojos para empezar el fusilamiento.

Lo bueno de enfrentarse a un Segunda B es que es harto difícil que alguno de sus jugadores haya debutado con la Selección Española, lo que le da alguna probabilidad a nuestras estrellas de arrancar alguna pequeña ovación de su hinchada. Por ello y a pesar de estar las gradas medio vacías (muy inteligente poner un partido a las 21:30h en invierno y día laborable), se oyeron ovaciones cerradas para Mou y Ronaldo y el estadio tuvo algo más de calor del habitual, calor que no se transmitió a los jugadores porque la primera parte fue francamente aburrida y donde, lo siento por los chavales del filial, pero ni uno dio la talla para jugar en el primer equipo aún, aunque José Rodríguez puede llegar.

En la segunda parte y con la salida de Benzema y Di María, que inauguró el marcador, las cosas se pusieron en su sitio y ya se marcaron tres goles para bajar los humos al humilde equipo alicantino. Callejón remató con dos chicharros más y a dormir a casa, que hace frío. No pudo faltar la ya profetizada expulsión de un jugador visitante para que pueda volver el ruido sobre lo que nos benefician los arbitrajes y tal para que así nos puedan poner la navaja en el cuello en los momentos decisivos de la temporada y no podamos decir ni mú.

Para terminar me gustaría hacer un llamamiento a las autoridades competentes, puesto que mirando las cróncas de hoy de la prensa deportiva se intuye un alto consumo de estupefacientes por parte de los redactores, única explicación posible a la cantidad de gilipolleces escritas sobre la inexistente división de opiniones de la grada sobre Mou o sobre el nivel de primera de los canteranos. Si venden una décima parte del alijo que tienen guardado, no hubiera hecho falta ni un mísero ERE para limpiar las redacciones de gañanes.

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